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Guido Pagliarino — El Desaf?o
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Автор: Guido Pagliarino
Издатель: Tektime S.r.l.s.
ISBN: 9788835416630
Описание: Todo el mundo se ha planteado dram?ticamente antes o despu?s la doble pregunta: «?Por qu? existe el mal? ?Podemos librarnos de ?l, aunque sea despu?s de la muerte?» Las respuestas han sido religiosas o filos?ficas y entre las segundas destaca la concepci?n de Plat?n, idea b?sica sobre la que, mezcl?ndola con otros posteriores pensadores antiguos, los gn?sticos, individuos absolutamente elitistas, desarrollaron su teor?a de la Salvaci?n, que solo es aplicable a ellos y a nadie m?s. Curiosos por las novedades, se interesan casi de inmediato por el reci?n nacido cristianismo y muchos, aunque a su manera snob, se convierten en cristianos. Desde ese momento, se inician disputas entre gn?sticos cristianizantes y cristianos genuinos, altercados ac?rrimos en los primeros siglos de la era cristiana. Todo el mundo se ha planteado dram?ticamente antes o despu?s la doble pregunta: «?Por qu? existe el mal? ?Podemos librarnos de ?l, aunque sea despu?s de la muerte?» Las respuestas pueden ser religiosas, y a lo largo de la historia encontramos el hinduismo, el budismo, el mazde?smo, el juda?smo…, o pueden ser filos?ficas y entre las segundas destaca la concepci?n de Plat?n, seg?n la cual, como es sabido, la materia, eterna y no creada por Dios, se modela malamente en sus formas y leyes f?sicas por un art?fice y legislador divino, un falsario bondadoso e inconsciente llamado el Demiurgo, es decir el Artesano y las almas humanas, preexistentes, se ven infelizmente aprisionadas en los cuerpos. Hay que filosofar mejorando, reencarn?ndose as? en hombres siempre mejores, hasta el fin de las encarnaciones y ser de nuevo, de una vez por todas, espirituales. Sobre esta idea b?sica, sucesivos pensadores, reunidos en diversos grupos y grup?sculos, personas de esp?ritu absolutamente elitista, consideran que solo algunos individuos, precisamente ellos mismos, son espirituales, mientras que la mayor parte de los dem?s no lo son. Solo para ellos ha venido a la tierra un salvador-revelador de la verdadera sapiencia divina y gracias a ?l no se aniquilar?an al morir, sino que podr?an salvarse de la materia y, por tanto, del dolor, sobreviviendo felices: solo ellos, los pneum?ticos o espirituales, que tienen dentro de s? el pneuma eterno o chispa divina; no todos los dem?s, los materiales, que son mortales porque solo poseen cuerpo y alma (o psique), que perecen. Tambi?n piensan eso elitistamente algunos hebreos no ortodoxos que, por otro lado, lo ven de otra forma en algunos aspectos secundarios. Unos y otros son calificados como gn?sticos por los estudiosos moderno, aunque ellos se defin?an sencillamente como pneum?ticos. Al contrario que los gn?sticos, para la mayor parte de los pensadores jud?os y luego de los cristianos la Revelaci?n divina no es una iluminaci?n debida a un salvador-revelador, sino que procede por etapas en la historia y, poco a poco, por las ense?anzas de esta, viene transcrita en los libros b?blicos, es decir, en el Primer o Antiguo testamento y en el Nuevo Testamento, este segundo centrado en la Resurrecci?n de la muerte de Cristo el Salvador. Esos primeros cristianos no son elitistas como los gn?sticos y afirman que, gracias a ?l, todos los seres humanos pueden alcanzar la vida eterna, que el cuerpo material y ps?quico se transformar? al morir y resucitar? en forma gloriosa y espiritual perviviendo eterna y gozosamente en Dios, igual que pas? con la persona de Jes?s, siempre que se siga su ejemplo de amor y se crea que ?l tambi?n resucit?. Tratan de que se conozca en todas partes la maravillosa noticia de la Resurrecci?n, pero lamentablemente a algunos hebreos, concretamente a la ?lite que se mueve en torno al templo y el sanedr?n (parlamento) de Jerusal?n y, enseguida, tambi?n a muchos romanos, no les gusta la idea, as? que hacen que se mate o matan directamente a los ap?stoles, los disc?pulos y los seguidores, normalmente de formas horribles. Los gn?sticos, curiosos por la novedad, se interesan casi de inmediato por el cristianismo y muchos se cristianizan, pero a su manera: dicen que el verdadero cristianismo es el suyo, que ni hablar de una resurrecci?n del cuerpo y contin?an insistiendo en que solo ellos, los iluminados, se salvan. Desde ese momento, se inician disputas entre gn?sticos cristianizantes y cristianos genuinos, altercados ac?rrimos en los primeros siglos de la era cristiana.